Venezuela corta la señal de DW en español tras un informe sobre corrupción, mientras Nicaragua acusa a Alemania de facilitar el genocidio en Gaza.
¿Qué hay detrás de estas acusaciones? ¿Es parte de la influencia de Rusia en la región?
Las cableoperadoras venezolanas cancelaron la distribución de la señal de DW en español luego de que Nicolás Maduro calificara a la cadena alemana como “emisora nazi”. Por su parte, Nicaragua llevó su acusación ante la Corte Internacional de Justicia, señalando la supuesta complicidad de Alemania en el genocidio en Gaza.
Los expertos sugieren que estas acciones están en línea con la retórica antioccidental de ambos gobiernos y podrían servir a los intereses de Rusia. La visita de Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, a Venezuela y Nicaragua la semana pasada refuerza esta idea.
Venezuela y Nicaragua, considerados aliados cercanos de Moscú, están bajo escrutinio por su obstaculización de la participación de la oposición en elecciones. Además, se ha señalado el fortalecimiento de la relación entre Ortega y Rusia, convirtiendo a Nicaragua en una plataforma para temas de seguridad y geopolítica.
Las acusaciones de Maduro contra los medios de comunicación extranjeros no son nuevas, con CNN en Venezuela cerrada en 2017 por supuestas conspiraciones. Organizaciones defensoras de la libertad de expresión denuncian una creciente escalada contra los medios en Venezuela, con el cierre de numerosos periódicos y canales de televisión en las últimas dos décadas.