El Congreso de Estados Unidos se encuentra bajo presión para aprobar un presupuesto federal de 1,2 billones de dólares antes de la medianoche de este viernes, con el objetivo de prevenir una parálisis del gobierno conocida como “shutdown”.
Si el presupuesto no es aprobado, se produciría un corte repentino en el flujo de fondos a las entidades públicas, lo que tendría consecuencias como la falta de pago para militares y agentes de seguridad de transporte, la paralización de administraciones, el cierre de parques naturales y la congelación de ayudas alimentarias.
Hasta ahora, el Congreso ha adoptado una serie de mini leyes para ampliar el presupuesto federal por períodos cortos, pero se necesita la aprobación de un presupuesto a largo plazo para evitar una parálisis federal.
El proyecto de ley presentado extendería el presupuesto hasta el final del año fiscal, el 30 de septiembre, y contiene medidas con fuertes repercusiones en el extranjero, como la prohibición de financiación directa de Estados Unidos a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, lo que ha generado críticas por parte del ala izquierda del Partido Demócrata.
Además, el proyecto de ley destina cientos de millones de dólares a Taiwán y contiene medidas relacionadas con la migración, como la contratación de decenas de miles de agentes fronterizos. También prohíbe a las embajadas estadounidenses enarbolar la bandera arcoíris de la comunidad LGTB+ durante el “Mes del Orgullo”.
Si el Congreso no logra aprobar el presupuesto antes de la medianoche, se produciría una parálisis parcial del gobierno federal, con efectos que se sentirían a principios de la próxima semana.