El cohete nipón Kairos, que tenía como objetivo ser el primero operado por una compañía privada japonesa en colocar un satélite en órbita, sufrió un revés este miércoles al explotar poco después de su intento de lanzamiento inicial debido a un problema técnico, informaron fuentes oficiales.
El lanzamiento fallido tuvo lugar a las 11:01 GMT desde una plataforma en Kushimoto, en la región de Wakayama, en el oeste de Japón. La firma operadora, Space One, había programado el lanzamiento para este día después de posponerlo el sábado pasado debido a la detección de un barco en las proximidades del lugar.
Aunque el cohete despegó de la plataforma según lo previsto, estalló en el aire apenas unos segundos después, esparciendo combustible en llamas y fragmentos alrededor de la plataforma, según se pudo observar en la retransmisión en directo del lanzamiento.
En una conferencia de prensa posterior, los responsables de Space One explicaron que el mecanismo de autodestrucción automática del cohete se activó unos cinco segundos después del despegue, dentro de lo que consideraron un “margen de seguridad” para evitar riesgos mayores.
El presidente de la empresa, Masakazu Toyoda, aseguró que, a pesar del revés, seguirán trabajando para alcanzar su objetivo y llevarán a cabo nuevos lanzamientos una vez que hayan determinado las causas del fallo.
El cohete Kairos, con 18 metros de longitud y 23 toneladas de peso, estaba diseñado para llevar una carga de hasta 250 kilos a una órbita terrestre baja. Fundada en Tokio en 2018, Space One cuenta con la participación de varias empresas niponas y tiene como objetivo desplegar unos 30 cohetes al año en la próxima década para impulsar la industria aeroespacial de Japón.