En su audiencia general semanal en el Vaticano, el Papa Francisco hizo un llamado a hacer “todos los esfuerzos para negociar” y abandonar el “horror de la guerra” tanto en la Franja de Gaza como en Ucrania. Este llamamiento se produce diez días después de sus polémicas declaraciones en las que instó a Kiev a “izar una bandera blanca”.
Dirigiéndose a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa argentino, de 87 años, expresó: “A San José encomendamos también los pueblos de Ucrania y de Tierra Santa, que tanto sufren el horror de la guerra. Debemos hacer todos los esfuerzos para tratar, para negociar, para poner fin a la guerra. Recemos por ello”.
Estas palabras del Sumo Pontífice se dan en medio de la tensión en ambas regiones y en un contexto en el que sus recientes comentarios han generado controversia y reacciones encontradas. En una entrevista publicada el 9 de marzo, el Papa había instado a Ucrania a “izar la bandera blanca y negociar (…) antes de que las cosas empeoren”, lo que provocó indignación en Kiev y críticas en diferentes sectores.
Las declaraciones fueron catalogadas como “desafortunadas” por algunas fuentes diplomáticas, que expresaron preocupación por el impacto en la credibilidad del Papa. Sin embargo, Rusia elogió a Francisco como un “verdadero y sincero defensor del humanismo, la paz y los valores tradicionales” en el contexto del 11º aniversario de su pontificado.
El Papa Francisco ha sido constante en su llamado a la paz en diversas partes del mundo, aunque hasta el momento estos esfuerzos no han logrado resultados tangibles.