Sheinbaum, AMLO y Morena pulverizaron a la oposición. La ex jefa de gobierno rompió un récord: obtuvo más de 35 millones de votos
Histórica, por donde se le vea, está resultando la elección presidencial de este año. Claudia Sheinbaum rompió el récord de votación en la era moderna.
Alcanzó 35.9 millones de sufragios; es decir 5.8 millones más de los que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en 2018.
El propio mandatario lo reconoció este jueves en su mañanera: “Me cepilló”.
Pero lo dice con mucha felicidad y orgullo; con la petulancia de quien se sabe ganador y artífice de todo lo que está pasando alrededor del proceso electoral.
Una serie de análisis al interior del Morena establecen que fueron varios los factores que propiciaron el aplastante triunfo sobre la oposición.
Sin embargo, en todos ellos hay un denominador común: el bono democrático de Andrés Manuel.
Muchos decían que esta elección sería diferente porque no aparecería el nombre ni el rostro del presidente en las boletas.
No era necesario. En 2018, AMLO ganó la Presidencia con una votación histórica. Logró una legitimidad como pocos mandatarios en México.
Nadie le regatea un solo voto. Por el contrario, inició su gobierno con el crédito que le dio haber llegado al poder democrática y legítimamente.
Esa ventaja se tradujo en un “bono democrático”, en un crédito y autoridad que le permitió gobernar como quiso.
Pulverizó a la oposición y puso contra la pared a los poderes fácticos.
Tan elevado fue su “crédito democrático” que le alcanzó en un sexenio para hacer añicos a la oposición, pero sobre todo para retomar el control total y absoluto del Congreso de la Unión, la mayoría de las gubernaturas y la Presidencia de la República.
Nadie escatima ni pone en duda las capacidades de Sheinbaum, pero hasta en Morena se sorprendieron de la votación en estas elecciones.
Las huestes y el equipo de Mario Delgado no dan crédito a los números que arrojó la jornada electoral.
Antes de la elección, todos salieron a decir públicamente que ganarían todas las posiciones en juego porque lo tenían que hacer.
Pero cuando vieron el tamaño de los resultados muchos se mostraron sorprendidos, más cuando estaban enfrascados en “conflictos” internos, lo mismo en la CDMX que en otras plazas como Veracruz.
Si no estaban completamente convencidos, en esta elección les quedó muy claro el tamaño de animal político que es López Obrador.
Dicen muchos opositores y sesudos opinólogos que Morena y sus aliados hicieron un sinfín de trampas para ganar. Y es muy probable que se hayan cometido irregularidades, pero eso no mueve el resultado.
Cuando logren superar el duelo que provoca la derrota, se darán cuenta entonces del tamaño de fenómeno social que logrará traspasar el sexenio.
***
ADRIÁN RUBALCAVA fue designado para coordinar las estructuras electorales de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PVEM) en las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan. Y gracias a la estrategia implementada, lograron arrebatar esas demarcaciones al bloque conformado por PRI, PAN y PRD.
Rubalcava, que conoció las entrañas de la oposición, pudo articular un plan para contribuir al triunfo de Gabriela Osorio (Tlalpan), Javier López Casarín (Álvaro Obregón) y Fernando Mercado (Contreras).
También trabajó con quienes llevaron las campañas en Miguel Hidalgo y Benito Juárez, pero no les alcanzó para derrotar a Mauricio Tabe y a Luis Mendoza.
Tampoco pudieron hacerlo en la disputa por la alcaldía Cuajimalpa, en donde el candidato de Morena y aliados, Gustavo Mendoza fue derrotado por Carlos Orvañanos, debido a que los habitantes de zonas residenciales votaron como nunca. Eso sí, el grupo de Adrián ganó la diputación federal con Federico Madrazo y la diputación local con Brenda Ruiz.
***
Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La derrota electoral es una experiencia humillante… hasta que recuerdas que siempre hay una próxima elección.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ