El próximo jueves se lleva a cabo el primer debate presidencial en EU. Conoceremos parte de los proyectos de Joe Biden y Donald Trump, algo determinante para el resultado de las elecciones del 5 de noviembre
Resuelta la contienda electoral en México, nuestro país mantiene la mira puesta sobre lo que pase ahora con la sucesión presidencial de los Estados Unidos. Y, aunque todavía falta poco menos de cinco meses para las elecciones, la gran pregunta que muchos nos hacemos es ¿quién nos conviene más: Donald Trump o Joe Biden? La respuesta, sin embargo, no es tan simple como parece. Ambos tienen sus defectos y virtudes. Son personajes de claros y oscuros, de estilos muy diferentes para gobernar y relacionarse con sus vecinos del sur, sobre todo con los mexicanos.
Para bien o para mal, “conocemos” a los dos. Y, si nos atenemos a los balances de Relaciones Exteriores, a cargo todavía de Alicia Bárcena, la comunicación y el entendimiento fluyó mejor con la administración Trump. Eso no quiere decir que hubo mayores beneficios en la relación. Lo cierto es que el ex presidente de cabello naranja es más abierto y transparente en la comunicación. Ha sido frontal. Nunca esconde lo que piensa de la relación con sus aliados comerciales, ni sus desacuerdos. Siempre enseña su juego. Ha sido rudo y audaz. Eso sí, todo sobre la mesa. Su estridencia es mediática, porque en la negociación es otra cosa. Se puede dialogar y avanzar.
En el caso de la administración de Biden, la comunicación ha sido más oculta y oscilante, lo que sea que eso signifique. Pero él decidió no pelear con México. Todas las controversias que han surgido, sobre todo en materia comercial, han sido llevadas a las mesas y mecanismos establecidos en el T-MEC.
Lo cierto es que, en materia migratoria, la política ha sido cambiante. La administración federal toma unas medidas y los gobiernos de estados fronterizos otras. Da la impresión de que a veces no hay coordinación del otro lado del Río Bravo. Desde Washington no han entendido todavía que los problemas de la frontera norte de México están en la frontera sur. La Casa Blanca no quiere modificar su política migratoria para dar un estatus diferente a los migrantes. El Paralelo 19, que se ubica justo en el centro de la República Mexicana, se estableció como límite internacional para dar cierto reconocimiento legal a los migrantes, por eso muchos de ellos se quedan en la CDMX.
Lo que busca nuestro gobierno es que EU modifique esa norma para que el flujo migratorio pueda asentarse más al norte, algo que hasta el momento no han conseguido, como tampoco han querido los gringos materializar programas de empleo temporal.
En este sentido, no hay un plan concreto. Tanto para Biden como para Trump sus intereses con México están enfocados en la relación comercial y, en segundo plano, el fenómeno migratorio. Ambos temas, sin embargo, van de la mano, por lo que la mira está puesta ya no en quién ha hecho el mejor papel sino en cuál de los dos presentará las mejores propuestas. El próximo jueves, 27 de junio, se llevará a cabo el primer debate y ahí los mexicanos y el mundo conoceremos parte de sus proyectos. Aunque los expertos y altos funcionarios mexicanos dicen que este primer encuentro será determinante para el resultado de las elecciones del 5 de noviembre próximo.
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A PROPÓSITO DE SOCIOS DEL NORTE, Canadá promueve una integración regional como la que hay en la Unión Europea, pero sólo con EU. Hicieron algunas encuestas y los canadienses quieren de aliados a los estadounidenses, pero no a los mexicanos.
Sin embargo, el gobierno de López Obrador ya dio los primeros pasos para hacer lo propio con países de Latinoamérica. Por ahora sólo en temas comerciales. Hizo acuerdos, por ejemplo, para la compra y venta de carne en la región, y la venta y distribución de medicamentos.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Las relaciones internacionales son como un matrimonio: requiere mucho compromiso, paciencia y, a veces, ignorar las pequeñas ofensas”.