La discusión y votación de la Reforma Judicial dejó ver lo endeble y timorata que resultó la oposición y, por otro lado, quiénes son los verdaderos operadores de Morena
La supuesta “desaparición” de senadores; el fallo del INE contra la reelección de Alejandro Moreno, en el PRI; y la exhibición de jueces, por nepotismo y corrupción, antecedieron a la votación de la Reforma Judicial.
Cuando todo eso ocurrió se pensó que eran hechos aislados, pero no fue así. Eran parte de la estrategia que diseñaron los operadores de Morena para asegurar la aprobación del controvertido proyecto legislativo.
La maniobra incluía la búsqueda de acuerdos, por las buenas; presiones con expedientes bajo el brazo, contra la oposición; una campaña de desprestigio contra jueces, ministros y magistrados; y hasta la movilización de estudiantes afines a la 4T.
Todo lo primero ocurrió conforme a lo planeado. Lo único que no hicieron fue atizar a grupos estudiantiles dispuestos a salir a la calle para “enfrentar” a los opositores.
En esta estrategia jugaron un papel fundamental los coordinadores de Morena en el Senado y la Cámara, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, así como la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, con información de los centros de inteligencia y seguridad ciudadana.
También “echaron” mano de aliados políticos, sobre todo del PVEM, con Jorge Emilio González y Manuel Velasco, a la cabeza, quienes fueron obligados a presionar a panistas y priistas.
No tuvieron de otra. Los verdes le deben mucho a Morena por cerrarse a las alianzas en estados como San Luis Potosí y Querétaro, y se vieron obligados a entrarle al juego.
Si a todo eso le sumamos el pésimo papel de la oposición, la responsabilidad con esta reforma es compartida.
El mejor ejemplo de la mala gestión recae sobre el PAN. Tanto pregonaba el senador Ricardo Anaya que serían un bloque infranqueable que, a la primera de cambios, se quebraron.
No lograron retener al senador Miguel Ángel Yunes Márquez, quien pidió licencia y su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, tomó su lugar, por unas horas.
Entre los senadores empezó a correr un chiste que más bien parecía anécdota: en dos días, los Yunes hicieron más por AMLO que Cuitláhuac García en seis años como gobernador de Veracruz.
Con eso, dos cosas quedaron claras: que les falta oficio político a los “nuevos” panistas del Congreso y que los Yunes mostraron el verdadero rostro de la traición.
MC aportó su cuota de incertidumbre y, aunque Alito hizo creer otra cosa, su mala gestión en el PRI lo puso contra la pared.
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EL DELICADO ESTADO DE SALUD de Dante Delgado hace inminente el relevo en la dirigencia de Movimiento Ciudadano y todo está preparado para que Jorge Álvarez Máynez entre al relevo.
La estrepitosa caída de Samuel García, en Nuevo León; la pelea con Enrique Alfaro, en Jalisco; así como la batalla por la gubernatura de esta entidad, que encabeza Pablo Lemus, han significado tremendo desgaste para el político veracruzano.
Si a eso le sumamos que la autoridad electoral le impidió llegar al Senado, Dante inició un proceso de transición en el partido naranja.
Alista una renovación en la que Máynez y los senadores Luis Donaldo Colosio y Clemente Castañeda jugarán un papel fundamental, incluso por encima de liderazgos como el de Amalia García y Alejandra Barrales.
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NO SE EQUIVOCÓ CLAUDIA SHEINBAUM con la designación de Citlalli Hernández como la próxima secretaria de las Mujeres. Es una política joven con amplia experiencia en la construcción de alianzas.
Su papel fue fundamental en las elecciones y poco se ha dicho de lo que logró. Pero todo le valió para que la Presidenta electa volteara a verla y rechazara el ofrecimiento que, en su momento, le hizo Clara Brugada para ser secretaria de Gobierno en la CDMX. Tan bien evaluado es su trabajo que se dio el lujo de escoger.
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Y como dice el filósofo… No me acuerdo: “En la política, la traición es una cuestión de fechas”.