La 96ª edición de los Premios Oscar se destacó por un momento que nadie vio venir: la llegada de John Cena al escenario, completamente desnudo, para presentar el galardón al Mejor Diseño de Vestuario, que finalmente se llevó la película ‘Pobres Criaturas’. Este inusual acto tenía un propósito especial: rendir homenaje a un incidente similar que tuvo lugar en 1974.
En esa ocasión, un espontáneo llamado Robert Opel interrumpió la ceremonia al correr desnudo mientras David Niven presentaba a Elizabeth Taylor. La decisión de Cena de recrear este histórico momento no solo añadió un toque de humor a la ceremonia sino que también recordó una época en la que este tipo de situaciones eran más comunes en eventos públicos.
Jimmy Kimmel, el anfitrión de la gala, introdujo el homenaje recordando el incidente de los años 70 y planteando la pregunta a la audiencia: ¿podríamos imaginar algo similar en la actualidad? Cena, en un principio, se mostró reticente a la idea, calificándola como una “broma de mal gusto” para un evento tan elegante como los Oscar.
A pesar de su inicial negativa, Cena finalmente cedió y, usando el sobre que contenía el nombre del ganador para cubrir sus partes íntimas, llevó a cabo la actuación. Este inusual momento generó risas y sorpresas en la audiencia, convirtiéndose rápidamente en uno de los puntos más destacados y comentados de la ceremonia.
El actor, conocido por su sentido del humor y su participación en la lucha libre, logró presentar de manera única y respetuosa, creando una anécdota que seguramente será recordada en la historia de los Premios Oscar.